Los Baobabs de Madagascar y sus misterios

Baobabs

Como todos sabéis, el planeta está poblado por la flora y fauna más sorprendente: tanto es así que nunca dejamos de descubrir especies nuevas. Hoy os traemos los Baobabs, unos árboles muy peculiares que esconden un curioso secreto detrás sobre su forma.

A simple vista llaman la atención de todo el que pasa por su lado; no sólo por sus dimensiones, (que también) sino por su peculiar forma que hace parecer que están del revés. Cuenta la leyenda, que los Baobabs eran tan presumidos que Dios les castigó dándoles la vuelta para castigarles. Por ello, parece que están invertidos con el tronco boca abajo y las raíces en el lugar que debieran ocupar las ramas.

Pero, ¿dónde podemos encontrar estos árboles?

Baobab

The Big Baobab

Existen ocho tipos diferentes de Baobabs: uno está en Australia, otro en África continental y los seis restantes, son propios de la isla de Madagascar. Tienen miles de años de antigüedad pero se hicieron famosos a raíz de que «El Principito» de Antoine de Saint Exupéry los mencionaran entre sus líneas: el protagonista de la obra hablaba de estos árboles como si se tratase de una especie enorme que existía en África y en su mundo. Sin embargo, para El Principito tampoco eran «unos árboles buenos» por lo que no había que permitir bajo ningún concepto que crecieran para que no evitaran «una verdadera catástrofe».

Leyendas aparte, de lo que sí tenemos la certeza es de lo impresionantes que pueden llegar a ser. Almacenan en su interior unos 1.000 litros de agua y a medida que envejecen, se van ahuecando por el interior. Lo habitual es que ronden los 1.000 años de edad pero el más antiguo que se conoce, ¡supera los 6.000! Está en Sudáfrica, mide 22 metros y tiene una circunferencia de 47. De hecho, presenta una abertura natural en la que su dueño decidió instalar un bar en su interior en el que caben sesenta personas.

Además de imponentes, los Baobabs son una «gran joya» para sus vecinos ya que tienen frutos comestibles muy ricos en vitamina C; dan aceite para cocinar, su esponjosa madera se utiliza para la construcción y la corteza de su tronco permite fabricar cuerdas para embarcaciones. A pesar de ello, los malgaches piensan que en su interior hay espíritus maligno y por ello, es habitual encontrar cerca de estos árboles ofrendas de ron y granos.

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